La mañana empieza algo diferente a lo habitual...Parece que nos ha mirado un tuerto
Las lesiones nos persiguen, y en especial recordar la de mi compañero de viaje Jorge que se lesionó precisamente sobre la bicicleta y no pudo acompañarme
Aun con esto, no le pierden la sonrisa y se nos unen a la foto que da inicio a nuestra aventura
Juan parece darle el "OK" a la salida
Ya con el visto bueno, nos metemos en faena los 4 gatos :cat:que quedamos...
... pero no sin antes, enseñar a nuestro amigo Miguel, mi segundo de abordo en la ruta, a cortar bien en los cruces jaja
Hecho esto, cogemos la carretera nacional rumbo a la localidad de La Vega...
...sin olvidarnos de tener la certeza de que Miguel tiene claro como cortar en los cruces
Antes de comenzar la pequeña subida hasta La Vega, paramos para quitarnos algo de ropa y algo nos llama la atención
y nos hace reir
Efectivamente, solo podía ser él
Ya listos, subimos rumbo a La Vega
Una vez en La Vega, nos paramos junto a un río a descansar
Aprovecho esta parada para hablar con Mario, que parece tener un pequeño problema físico. Finalmente decidimos que lo mejor es que abandone la ruta
ya se le veía mala cara horas antes de salir...
Mientras tanto... cada loco con su tema
Una vez todo en orden, subimos rumbo a Enterrías
A alguno parece que le da miedo la subida
Mientras que a otros se les ve decididos y con ganas
Finalmente, todos en grupo subimos los últimos metros hasta Enterrías,
desde donde disfrutaríamos de un agradable descenso por pista...
...aunque hubo mala suerte y nos tuvimos que parar por un tractor
momento que aprovecharon unas viejas conocidas para cotillearnos
Una vez pasado el tractor y atravesado Bores, nos encaminamos hacia nuestra siguiente parada, las Torres del Campo
En las Torres pudimos aprender un poquito sobre ellas y verlas de cerca
Una vez vistas, nos montamos en la bicicleta en dirección al pueblo de Toranzo
Alguno no sabia muy bien por donde ir,
mientras que otros lo tenían muy claro y se permitían algún lujo con la bicicleta
Ya en Toranzo, nos esperaba una agradable sorpresa
De aquí, solo nos quedaba descender hasta nuestro siguiente destino...
...La Ermita de Santa Justa, en donde comimos
Una vez terminamos de comer y descansar, era hora de regresar a Potes, pero no sin dificultades, debido a las lluvias en los días previos, las cuales habían formado pozas en el camino que bajaba hasta Campollo
Desde Campollo, iniciamos nuestro descenso por carretera, por supuesto con el previo y correspondiente "OK" de Juan
La bajada fue sin problemas, incluso para nuestra amiga Tere, la cual respeta mucho los descensos
Ya solo nos quedaba un no muy largo camino por delante hasta llegar a Potes
Por último y no menos importante, dar las gracias a nuestro improvisado fotógrafo Fer, sin el que no hubiera sido posible realizar este bonito montaje
Disfrutad de la Bici!